
por Sofia Mogaburu
A pocos kilómetros de la ciudad de La Plata se encuentra un lugar único en su tipo: La República de los Niños, un espacio que reproduce un conjunto de instituciones del sistema demócratico a escala de niños de 10 años. Consta con pequeños establecimientos como parlamento, casa de gobierno, palacio de justicia, iglesia, puerto, teatro, aeropuerto, restaurantes, hoteles, entre otras, conteniendo un total de 35 edificios. Además posee múltiples áreas verdes y un lago. Allí no solo se incita a la búsqueda de la diversión, sino también a la reflexión sobre los valores democráticos, la educación cívica y la participación activa de los más jóvenes en la vida social y política.
Esta idea surge por la iniciativa del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Cnel. Domingo Mercante durante la presidencia de Juan Domingo Perón y fue inaugurada por este último el 26 de noviembre de 1951. De esta manera, Perón escribió en el Libro de Oro de la inauguración: “Que en esta República de los Niños aprendan los argentinos a ser justos, libres y soberanos, para que nunca puedan aceptarse la explotación de los hermanos, la sumisión económica y el vasallaje político”
El proyecto estuvo a cargo de los arquitectos Alberto Cuenca, Julio César Gallo y Jorge Lima, quienes se inspiraron en los cuentos infantiles de Hans Christian Andersen y los hermanos Grimm.
Por otra parte, gracias a ser el primer parque temático de América dedicado a los más jóvenes, existe el mito urbano de que fue de inspiración para Walt Disney en la construcción de Walt Disney World años más tarde.
La República de los Niños se presenta como una suerte de "escuela al aire libre", donde cada rincón del parque está diseñado para fomentar valores democráticos: desde el funcionamiento de un sistema judicial simulado hasta las elecciones de autoridades entre los propios niños. Es un legado histórico que sigue desafiando las nociones tradicionales de la educación. A más de 70 años de su inauguración, continúa siendo un lugar especial donde los niños pueden soñar con un futuro mejor y aprender, desde pequeños, a ser responsables y activos en la construcción de su propio país.