
por Redacción
Hoy inicia la cumbre de presidentes y jefes de Estado, marcada por tensiones respecto a las posturas de Brasil sobre la guerra en Ucrania, el conflicto en Gaza y una propuesta de pacto global contra el hambre y la pobreza. En este contexto, el presidente argentino, Javier Milei, revisará minuciosamente el borrador del comunicado final del G20 en Brasil antes de firmarlo.
Milei ha advertido que, si el documento contradice sus principios sobre desarrollo sustentable, cambio climático, y la crisis en Medio Oriente, Argentina no lo apoyará, lo que podría desencadenar una crisis diplomática en el foro. Sin embargo, a pesar de las especulaciones sobre un posible quiebre, Milei asegura que no busca desestabilizar al G20.
El presidente argentino reconoce la relevancia del G20 en el escenario internacional, pero insiste en que Brasil no debe usar la cumbre para avanzar en su agenda interna en detrimento de los demás países. A diferencia de Lula da Silva, Milei rechaza iniciativas como un impuesto del 2% a los “super ricos” y muestra escepticismo respecto al enfoque climático.
Milei también exige una condena más firme a la invasión rusa en Ucrania, un punto que considera insuficientemente abordado en los documentos presentados por Lula.