
por Redacción
AYSA y su Plan de Cobranza: Restricciones de Servicio para Usuarios en Mora
Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA) ha comenzado un nuevo plan de acción que afecta a un total de 700.000 usuarios en mora. Esta medida se implementa en un contexto de crisis económica y aumentos tarifarios, donde un significativo porcentaje de los residentes y comercios en el Área Metropolitana de Buenos Aires enfrenta dificultades para cumplir con sus obligaciones de pago. La compañía busca regularizar su situación financiera y recuperar deudas acumuladas a través de cortes y restricciones en el suministro de agua potable.
La morosidad actual en AYSA se encuentra en un alarmante 16%, un dato que destaca la necesidad de medidas más estrictas. A pesar de que la empresa ha implementado programas de regularización con opciones de pago en cuotas e indultos de intereses, la situación sigue complicada. Este año, el costo del servicio se ha cuadruplicado, generando una creciente preocupación entre los usuarios, que ahora se ven obligados a destinar más de $134.173 mensuales para cubrir servicios esenciales sin subsidios.
La empresa ha comenzado a enviar notificaciones previas a usuarios con facturas impagas antes de proceder al corte del suministro. Para los hogares, el servicio no será interrumpido en su totalidad, pero se aplicará una restricción que limita su consumo. En cambio, los comercios y las industrias pueden enfrentar el corte total del servicio. Estas acciones se fundamentan en la Ley 26.221, que otorga a AYSA la autoridad para restringir o cortar el suministro tras dos períodos de facturación impagos, siempre que se respete el debido proceso de aviso.
AYSA asegura que estas acciones son el último recurso tras agotar los mecanismos de cobranza. La normativa establece que no se puede proceder al corte del servicio en instituciones sensibles como hospitales o cárceles sin previa autorización de las autoridades competentes. Esta medida llega en un momento crítico, destacando la importancia del acceso al agua como un derecho fundamental, que se ve amenazado por la crisis económica y las políticas de cobro que la compañía ha decidido implementar.