
por Redacción
En una polémica sesión, el Senado expulsó a Edgardo Kueider, el senador de Entre Ríos detenido en Paraguay junto a su secretaria y más de 200.000 dólares sin declarar. La medida, propuesta por el kirchnerismo, contó finalmente con el apoyo de diversos bloques políticos.
El desenlace llegó con 60 votos a favor, seis en contra y una abstención. Entre los apoyos destacaron la Unión Cívica Radical (UCR) y el Pro, aunque con divisiones internas, mientras que La Libertad Avanza (LLA) inicialmente planteó una suspensión pero terminó respaldando la remoción. La expulsión de Kueider fue interpretada como una jugada estratégica del kirchnerismo para ocupar su lugar con Stefanía Cora, una legisladora afín, acercándose al quorum propio en el Senado.
En la misma sesión, se rechazó una propuesta para suspender al senador Oscar Parrilli, vinculado al kirchnerismo y con antecedentes judiciales. La iniciativa no alcanzó los 44 votos necesarios, reflejando la tensión interna entre oficialismo y oposición, que se mostró cada vez más crítica del Gobierno.
La salida de Kueider pone al Senado en una posición de equilibrio frágil. Este hecho se suma a un escenario político marcado por las licencias y divisiones dentro de los bloques, de cara a las próximas sesiones de febrero.