
por Redacción
Vinos Orgánicos y Biodinámicos: La Revolución de Fiambalá, Catamarca
La evolución de los hábitos alimenticios a lo largo de la historia también ha impactado en la vitivinicultura. En un mundo cada vez más consciente de la necesidad de optar por productos orgánicos y biodinámicos, los vinos elaborados sin pesticidas y con técnicas respetuosas con el medio ambiente están ganando popularidad. En este contexto, Fiambalá, una de las zonas más áridas del planeta ubicada en la provincia de Catamarca, Argentina, se ha convertido en un referente en la producción de vino orgánico. En la finca Las Retamas, a una altitud de 1,790 metros sobre el nivel del mar, se están cultivando viñedos que prometen una conexión auténtica con la naturaleza.
La Bodega Cabernet de Los Andes es pionera en esta innovadora forma de producción vitivinícola. Uno de sus productos más emblemáticos, el vino Plenilunio, se cosecha bajo la luz de la luna llena, un detalle que resalta la conexión especial que los enólogos establecen con el ciclo natural. La recolección de uvas se vuelve una celebración, donde la música en vivo y las empanadas acompañan el proceso, creando un ambiente festivo que une a la comunidad y a los visitantes. Al día siguiente, las mujeres se encargan de realizar la "pisada de uva", una tradición milenaria que consiste en pisar las uvas recolectadas en un recipiente de madera llamado lagar, extrayendo así el mosto que se utilizará para la elaboración del vino.
El Malbec de esta bodega sorprende con sus aromas a violetas y un toque de ceniza. Su color profundo evoca la cosecha bajo la luna llena, y al probarlo, se aprecia su textura carnosa y un final duradero. En cada sorbo se recuerda la tradición milenaria de la pisada de uvas, celebrando la dedicación y la pasión de este proceso.
La demanda por productos orgánicos crece, y este vino, Plenilunio de la Bodega Cabernet de Los Andes en Fiambalá subraya la importancia de volver a un estilo de producción consciente y personalizado. No solo es una propuesta de calidad, sino que también refleja una filosofía de vida que busca armonizar el consumo con el respeto por la naturaleza. Así, los amantes del vino pueden disfrutar de una bebida que no solo satisface al paladar, sino que también respeta el entorno desde el que se origina.