
por Micaela Canali
La Dra. Tara Swart, neurocientífica y experta en liderazgo, explica cómo nuestro cerebro está diseñado para responder a situaciones de supervivencia, lo que puede limitar nuestra capacidad de ver oportunidades en entornos laborales. Esta respuesta, caracterizada por la producción de cortisol y adrenalina, nos lleva a concentrarnos en lo negativo, afectando la creatividad y la toma de decisiones de los líderes. La neurociencia, por tanto, juega un papel crucial en la mejora del liderazgo y el rendimiento empresarial.
Para optimizar su funcionamiento, Swart propone entrenar el cerebro, lo que incluye desarrollar la capacidad de pensar de manera más creativa y gestionar las emociones. Dado que el cerebro opera en un 95% de forma inconsciente, el 5% restante —donde reside nuestra capacidad consciente— es clave para la reprogramación. Prácticas como la meditación, el mindfulness y la respiración consciente son herramientas efectivas para activar la corteza prefrontal y cultivar un enfoque claro y eficiente.
Además, la conexión entre el cerebro y el cuerpo es esencial para contrarrestar el pensamiento de escasez. La Dra. Swart sugiere que para ser un líder exitoso, es vital mantener hábitos saludables: dormir adecuadamente, hacer ejercicio regularmente y practicar respiraciones profundas. Estas acciones permiten a los líderes regular sus emociones y tomar decisiones informadas.
Finalmente, la visualización se destaca como una estrategia poderosa para alcanzar el éxito. Tal como lo demuestra el nadador olímpico Michael Phelps, la visualización activa procesos mentales que alinean las intenciones con los resultados. En conjunto, estos enfoques neurocientíficos no solo mejoran el liderazgo, sino que también promueven un ambiente laboral más positivo y productivo.