Hezbollah lanza ataque con drones sobre Israel: decenas de heridos y un capturado.

Un nuevo capítulo de la tensión entre Israel y Hezbollah se vivió este domingo por la noche, cuando un ataque con drones dirigido por el grupo respaldado por Irán alcanzó un campamento militar israelí en Binyamina, al sur de Haifa. El ataque, que dejó al menos 67 heridos, se produjo en medio de un contexto de creciente violencia en la región, elevando aún más las alarmas sobre la escalada del conflicto. El servicio de emergencias israelí, Magen David Adom (MDA), informó que cuatro de los heridos están en estado crítico, cinco en estado grave, mientras que 14 presentan heridas moderadas y el resto lesiones leves.

Según fuentes militares, el ejército israelí logró interceptar uno de los drones que cruzó la frontera desde Líbano, pero un segundo logró adentrarse en territorio israelí, explotando en la zona de Binyamina sin que se activaran las alarmas antiaéreas. Tres de los heridos más graves fueron trasladados al Centro Médico Sheba, mientras que otros fueron derivados a hospitales regionales. Este ataque fue reivindicado más tarde por Hezbollah, que además informó haber lanzado el ataque bajo la cobertura de un bombardeo con cohetes para evadir las defensas israelíes.

El ataque no solo dejó un saldo importante de heridos, sino que también evidenció fallas en el sistema antiaéreo de Israel, que ha iniciado una investigación para determinar por qué las alarmas no se activaron y cómo el dron pudo penetrar tanto en su territorio. Mientras tanto, Hezbollah difundió un mensaje de su líder, Hassan Nasrallah, a pesar de haber sido abatido en un ataque reciente. El mensaje instaba a sus combatientes a seguir luchando en defensa de su nación, lo que refuerza el compromiso del grupo con la actual ofensiva.

En paralelo, el ejército israelí capturó a un combatiente de Hezbollah durante una operación en el sur del Líbano. La captura se produjo en un túnel subterráneo durante incursiones basadas en inteligencia precisa. Este es el primer prisionero de Hezbollah capturado desde el inicio de las operaciones terrestres israelíes en la región. Las tensiones siguen escalando, marcando una dinámica peligrosa en el conflicto israelí-libanés.

Este ataque con drones y la posterior captura de un militante de Hezbollah subrayan el clima de creciente hostilidad entre ambas partes, que continúa desarrollándose en un escenario de incertidumbre y riesgos para la seguridad de la región. La escalada de violencia parece no dar tregua, en una lucha que sigue cobrando víctimas y profundizando divisiones.