
por Redacción
"Recuerden, trabajadores: únanse, sean hoy más hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse en esta hermosa patria la unidad de todos los argentinos”. Estas palabras de Juan Domingo Perón resuenan fuerte en un momento crucial para el peronismo.
El 17 de octubre es una fecha de gran relevancia en la historia política de Argentina, marcada por el legado del peronismo. Este año, la conmemoración del Día de la Lealtad se desarrolló en un contexto crítico, ante una crisis de identidad y desafíos históricos que el movimiento enfrenta. En diferentes locaciones, como en Berisso con el gobernador Axel Kicillof, en la plaza Juan Domingo Perón con Guillermo Moreno, y en un video de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) transmitido desde la Federación Argentina de Boxeo, se evocaron momentos significativos del pasado, al tiempo que se expresaron las tensiones actuales y las perspectivas a futuro. Estos actos resonaron con consignas que reflejan un peronismo que busca sus raíces, intenta recomponerse e incluso reinventarse.
El discurso de Kicillof, en particular, reivindicó la figura de CFK y subrayó la importancia de la unidad en un momento donde el partido enfrenta profundas divisiones. “Los días más felices fueron con Cristina”, afirmó, mientras clamores de “Axel presidente” flotaban en el aire entre los militantes. Su discurso se posiciona como una llamada a la cohesión interna del partido, enfatizando que “si algo quiere la derecha es vernos divididos”.
En la intervención de CFK a través de un video, se dejó en claro su llamado a un peronismo renovado, capaz de responder a las “nuevas demandas sociales”. "Es imprescindible enderezar y ordenar al peronismo", instó, abogando por una política de unidad que supere las disputas internas y recupere la esperanza del electorado. La mención de “Primero La Patria” como lema de su lista no es casual; busca retomar la esencia de un movimiento simbólicamente asociado a la justicia social y el bienestar colectivo.
Sin embargo, la jornada no estuvo exenta de tensiones. En el acto organizado por Guillermo Moreno, se produjo un altercado entre manifestantes antes de su presentación. A pesar de la violencia momentánea, el evento continuó y Moreno utilizó su tiempo en el escenario para convocar a la reflexión, afirmando que “el próximo Gobierno peronista va a ser el primero que no va a gobernar con el mundo en contra”. Esta declaración alude claramente a la disputa entre una globalización que se encuentra en declive y los movimientos nacionalistas emergentes en todo el mundo, resaltando así la necesidad de reconstrucción del peronismo y su movimiento, y del entorno en el que deberá desenvolverse.
A diferencia de los otros actos, Moreno puso sobre la mesa un plan de gobierno y un modelo económico para sacar al país adelante, “hay que volver a industrializar el país, volver a crear trabajo… Haciendo lo que hay que hacer, porque ya lo hicimos”, dijo aludiendo a la década ganada…
En este marco, la militancia tuvo presente que el 17 de octubre es la esencia del peronismo, que comenzó con la movilización de los trabajadores en defensa de sus derechos. En este sentido fueron varios de los oradores, quienes hicieron un llamado a retomar los principios de la cultura política y social que identifican al peronismo.
El Día de la Lealtad 2024 se presenta como un mosaico de voces y visiones. Mientras un sector del peronismo intenta revivir la gloria del pasado, el desafío de reconciliar sus ideales con las demandas contemporáneas cobra cada vez más relevancia. En un país marcado por el desencanto, el peronismo se encuentra en una encrucijada: ¿será capaz de elevarse sobre sus diferencias y recuperar su lugar como alternativa de gobierno?
79 años después de aquel 17 de octubre de 1945, los ecos de la lealtad resuenan en cada rincón del país, y con ello, la necesidad de que este nuevo episodio en la historia del peronismo pueda restaurar la confianza y la esperanza entre los sectores que siempre lo han sustentado.